Mi experiencia docente en tiempos del Coronavirus

Durante estos meses de pandémia, la enseñanza online en la etapa de Educación Infantil ha sido y es muy complicada. Hemos tenido que adaptarnos a una circunstancia en un tiempo récord, bajo la presión de toda la comunidad educativa, donde en muchos casos la empatía a brillado por su ausencia.

No soy capaz de recordar el inicio de la pandémia, mis recuerdos son tan confusos que siento que estuve en una noria continua que no paraba de girar, supongo por que se juntaron muchas emociones mal gestionadas, como:

• La incertidumbre que generaba este nuevo virus. 
• Los nervios y semanas de aislamiento en casa, en una habitación sin poder estar cerca de mis familiares, ya que poco a poco nos llegaban noticias del colegio que nos decían que había casos de familias y niños que lo habían contraído, y con los que había tenido estrecho contacto. (En infantil los besos y cariños son continuos)
• Las noticias devastadoras de los cientos de fallecidos.
• Y lo peor... las noticias de familiares enfemos con el covid-19, y el conocimiento de gente fallecida.

Sólo se que me he pasado días, semanas y meses pegada al ordenador, buscando y rebuscando como podía enseñar a niños y niñas de 3 años con una metodología por proyectos a distancia.... 

• Buscando actividades globalizadas
• Juegos interactivos adecuados a la edad y a los medios tecnológicos  disponibles por las familias (en muchos casos móviles).
• Canciones muy variadas, creerme que después de dos meses buscar la novedad ya es mas complicado.
• Vídeos relacionados con la materia, crear nuestros propios vídeos...
• Llevar a cabo un asamblea a distancia.
• Incluso buscando actividades psico-motrices que se pudieran llevar a cabo dentro de casa (había que trabajar todas las áreas).
• Sin olvidarnos de realizar actividades para los días especiales, día del libro, día del autismo...

Sin olvidarme en todo momento que estábamos haciendo un ABP.

Y esto solo era la punta del Iceberg, lo más visible de cara a la mayoría de familias. Detrás.... 

• Me he formado en cursos expréss para trabajar en plataformas a distancia.
• He buscado y rebuscado experiencias docentes con niños tan pequeños a distancia, estando inmersa en comunidades educativas donde se compartían experiencias.
• Me he coordinado con mis compañeras de nivel, de etapa, y de Claustro, a través de correos y whatsaps que no paraban de llegar, y la realización de videoconferencias complicadisimas de gestionar con tanta gente. (Donde en muchos casos leer la infinidad de leyes, instrucciones que enviaban desde la administración ya era un señor trabajo.)
• No solo he enseñado a alumnos, también a padres que no sabían usar las tecnologías, siendo muy patente la gran brecha digital que existe.
• He sido en muchas ocasiones Psicóloga de padres y madres, aconsejando en un sin fin de situaciones y animadora. Animadora de padres en momento de bajón y de mis pequeñuelos, con videos, canciones.... todo lo que se me ocurría, para que la distancia que teníamos fuera lo mas estrecha posible.
• Y he aguantado muchas quejas, todas ellas validas y comprensibles sin ninguna duda, pero que en muchas ocasiones me ha derrumbado, siempre había alguien enfadado o a disgusto con lo planteado, y reconozco que he llorado mucho. Pero también en muchas ocasiones me han comprendido, animado e incluso dado las gracias.

Cierto es que no todo es negativo, porque detrás de todo los negativo siempre hay un aprendizaje que sin duda atesoraré.

• He conocido muchas aplicaciones que me han apasionado, y que en un futuro en aula presencial utilizaré sin duda.
• Hemos creado cuentos e historias entre todos
• Hemos propuestos retos de cocina, experimentos, manualidades... y todo ello bajo un enfoque ABP.
• Hemos aprendido a respetar el turno de palabra, en las videoconferencias.
• He tenido que reflexionar sobre la educación actual, estando convencida que hay que usar mas tecnologías en el aula.
• He aprendido a ser muy empática, a respirar profundo y a tener mucha paciencia.
• y sobre todo he aprendido que da igual la distancia, he recibido mucho cariño de mis pequeñuelos (con sus dibujos,notas de audio, videos...) y tras todo mi esfuerzo, sin duda he sido recompensada con el regalo más importante: su sonrisa.